Priorizar la experiencia del cliente implica aprovechar los datos y el análisis de sus comportamientos y preferencias. Comprenderlos abre la puerta al diseño de experiencias personalizadas, proporcionar contenido relevante y ser proactivos con el propósito de mejorar la satisfacción general del cliente.

La transformación digital en B2B es altamente dependiente de datos. Recopilar información y estructurarla ayuda a identificar tendencias del mercado, preferencias de los clientes e ineficiencias operativas. Mediante el uso de datos para impulsar la toma de decisiones, las empresas pueden optimizar sus estrategias y mantenerse delante de la competencia.